De mí

Hace casi ya nueve años que tavo y yo nos embarcamos por pura decisión y por puro amor a ser padres.  Hace ya casi nueve años que me atreví a ser mamá.  Ya tenemos dos hijos y hasta este instante y por el resto de mi vida he estado y estaré convencida de que ha sido lo mejor que me ha podido pasar.  Me he dado cuenta que asumir este rol es una total aventura en la que uno se lanza a lo inesperado y a lo más hermoso!  Tambien he aprendido a respetar y a apoyar a los que deciden no hacerlo, por que es cierto, no es fácil cuando existe una realidad tan cruel, tan destructora y tan injusta.
Mis hijos han sido mi cable a tierra y estoy totalmente convencida de que son mi salvación y que son un regalo de la vida.  Me salvan a diario, me abren los ojos y me agarran de la mano cuando estoy a punto de caer al abismo.  Me demuestran que aún existen el amor, la simplicidad, la transparencia y la igualdad. 
El ser mamá ha hecho que me comprometa conmigo misma y con el universo a ser un mejor ser humano, a ser una mejor ciudadana del mundo, a ser buena hija, buena hermana, buena amiga, a ser cada vez mejor.
Me empujan a luchar por mis ideales, por no perder nunca lo que he sido y lo que quiero seguir siendo.  Con ellos me he dado cuenta del compromiso que tengo con la sociedad, quiero enseñarles que si puede haber un mundo lleno de amor, de igualdad y de honestidad.  Que de nada vale juzgar al otro, que de nada vale la mentira y la mediocridad.  Quiero enseñarles a que se amen y que amen al otro.  Que se respeten y respetan al otro.  Que aprendan el repeto a la individualidad.
Esta aventura es cada vez más increible, todos los días me levanto a esperar lo inesperado y con la ilusión de tener la sabiduría para manejar todas las situaciones.
Ya mis hijos comienzan a preguntar acerca de realidades y aspectos de la vida diaria.  Quieren saber que significa la palabra "gay", por que las personas fuman si saben que es malo y se pueden morir (esas son sus palabras), por que la cajera de Starbucks parece un hombre, por que hay gente que mata a otras personas, por que hay niños que no tienen familia... en fín...  Hay algo que no se han cuestionado (que me encanta) y que creo que es por que han crecido viéndolo todos los días y que hace parte de nuesttos gustos y de nuestro cuerpo:  los tatuajes.  Cuando Simón, el mayor, se hizo conciente por primera vez de que era algo que no se "borraba" me preguntó que era, yo le expliqué y el con toda la madurez y el sentimiento ingenuo y puro que tiene un niño de 4 años (en aquel entonces) quedó tranquilo con la respuesta y lo único que dijo fué:  "que bonito mamí".
Deseo con toda mi alma que puedan crecer con una mente abierta y con un corazón lleno de amor y sin prejuicios.
El ser mamá es lo mejor que tengo y lo más bonito que me ha dado la vida, así suene cursi o sacado de un  libro de superación personal.