Monday, August 27, 2012

Y en el umbral de la puerta me espera con la mano abierta y los ojos nublados de tanto llorar. Le digo y le repito que no quiero entrar, que me deje volar y ser libre, que no hay nada para mi allá adentro, que no quiero saber que me espera al cruzar la puerta... Insiste y continúa extendiéndome su brazo y abriéndome la mano... Doy un paso adelante y caigo... Levanto la mirada y sin darme cuenta ya estoy adentro, ya caí en su trampa y en lo infinito de la incertidumbre, ya pasé al otro lado... Todo sin darme cuenta.

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